Explicamos Nuestros Valores
- Altadir
- Mar 3
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Updated: Jun 4
Integridad es actuar de manera ética, honesta y transparente en todas las decisiones y acciones de nuestra firma. Este valor implica cumplir con nuestros compromisos, respetar normas y principios, y mantener la coherencia entre lo que decimos y hacemos.
La integridad genera confianza, fortalece relaciones con nuestros clientes, colaboradores y socios, y establece una base sólida para el crecimiento sostenible y la reputación empresarial.

Responsabilidad es el compromiso de asumir las consecuencias de nuestras decisiones y acciones, tanto interna como externamente. Este valor implica cumplir con nuestras obligaciones, respetar acuerdos, cuidar los recursos, y actuar con conciencia social y ambiental. También incluye mantener la información de nuestros clientes en la más estricta confidencialidad.
La responsabilidad fomenta la confianza y la credibilidad, al demostrar que Alta Dirección se preocupa por su impacto en clientes, colaboradores, la comunidad y el medio ambiente.
Excelencia es nuestro compromiso constante por alcanzar los más altos estándares de calidad en todos los aspectos de nuestra operación. Implica superar expectativas, buscar mejoras continuas y ofrecer productos o servicios de máxima calidad.
Este valor fomenta la innovación, el perfeccionamiento de procesos y el desarrollo del talento, asegurando que Alta Dirección destaque en su sector de servicios profesionales y genere confianza en sus clientes y colaboradores.
Con la claridad con que explicamos nuestros valores, le invitamos a que confíe en Alta Dirección para gestionar el crecimiento sustentable de su empresa.
A menudo confundimos excelencia con perfección, pero tienen diferencias fundamentales que quisiera compartir: La excelencia implica dar lo mejor de uno mismo con compromiso, mejora continua y responsabilidad, aceptando que siempre habrá espacio para aprender. En cambio, la perfección busca un ideal escencialmente inalcanzable, donde cualquier error se percibe como fracaso. Mientras la excelencia inspira crecimiento y propósito, la perfección puede generar ansiedad e inmovilidad. Buscar la excelencia con sólidas bases técnicas, nos humaniza; perseguir la perfección, en cambio, puede alejarnos de lo valioso del proceso.
En Alta Dirección la excelencia es valor que entregamos a nuestros clientes, resolviendo, superando sus estándares y expectativas.